Olivia Valadez López es una mujer que no se define porque está en constante cambio. Sentada en un escritorio frente a su laptop en la oficina de expresidentes de Canacintra, destaca entre las decenas de rostros de hombres que han dirigido al organismo empresarial.
Olivia es secretaria de la mesa directiva de Canacintra Torreón y es vicepresidenta de la mesa de Anticorrupción y Transparencia a nivel nacional, es madre de dos jóvenes y una adolescente, y dirige la compañía Servicios Industriales Íntegra, del sector metalmecánico, dedicada a la creación de naves industriales, pero todo comenzó con un embarazo de alto riesgo.
Egresó del Tecnológico de la Laguna, de la carrera de Ingeniería Industrial y de Sistemas, comenzó buscando empleo en el área operativa pero se dio cuenta de que esos puestos se destinaban a varones, por lo que lo intentó por la parte administrativa y tras desarrollar una aplicación que requería de conocimientos físicos sobre las obras, surgió su gran oportunidad en el campo, se convirtió en una de las primeras mujeres en supervisar cuadrillas dirigidas por hombres.
Cuando tuvo a su segundo hijo, su embarazo fue de alto riesgo y requirió de incapacidad, previo había implementado muchos controles en una empresa constructora y había capacitado a gente en cada departamento, al grado de que al volver la despidieron. Con un niño pequeño y un bebé, Olivia decidió que iniciaría su propia empresa para que nadie más la despidiera y finalmente ser dueña de su tiempo.
Su empresa tiene ya 19 años, inició en terrenos baldíos, enfrentó obstáculos pero comenzó a recibir trabajo de quienes le conocían como supervisora de obra y confiaban en ella: «me fue muy bien», recuerda. Al ver que su liderazgo debía ser actualizado, entró a Canacintra a un Diplomado de Gestiones Gerenciales. Pasó de ser vocal en el organismo a titular del comité de mujeres, consejera, presidenta nacional de las mujeres industriales.
LOGRAR EL EQUILIBRIO
Olivia ha enfrentado paradigmas de los roles que se asignan por el género, señala que las mujeres representan el 51.2 % de la población, hay cerca de 64.5 millones, de las cuáles, 40.9 % participan en la economía del país, 25.4 millones, y solamente el 2 % son empresarias, 508 mil mujeres en todo el país.
Considera que el reto es lograr un equilibrio en cuatro aspectos fundamentales: el desarrollo, estar en constante capacitación; el bienestar físico, mental, la calidad de tiempo y vida; aprender a delegar; la equidad.
«Las mujeres tenemos que aprender a delegar, eso de que somos multitask o super mujeres, no, necesitamos delegar», dice.
Entre los desafíos que enfrentan las mujeres empresarias, Olivia destaca la necesidad de erradicar la autoculpa, que siempre les agobia, pues al estar en el trabajo, se culpan por no estar con sus hijos, y al estar con los niños, se culpan por no estar laborando.
«Nos sentimos siempre culpables de todo, nos hacemos daño a través de la culpa, muchas veces no nos sentimos merecedoras del poder, tenemos desconfianza o temor, y otro obstáculo es que no tenemos al 100 % esa infraestructura que se requiere para participar en todos los ámbitos, a las mujeres nada se nos hace difícil, lo que nos falta es tiempo», expresa.
Olivia es feminista y ve el término muy poderoso, por lo que pide que no se distorsione, pero agrega que «mi pasión es empoderar a las mujeres, pero también a los hombres, yo tengo dos hijos varones y quiero que esa transformación de romper los paradigmas y las costumbres sea positiva, que el mundo sea mejor para todos».
Para la empresaria, el liderazgo masculino se basa en metas mientras que el femenino busca mejorar los procedimientos, encaminar a los trabajadores, por lo que lo ideal opina que es la combinación de ambos. Canacintra nacional está a cargo de Esperanza Ortega Azar, y Olivia considera que se ha impulsado la unidad, la participación de las mujeres en la cámara, con sororidad, pasión e inclusión.
«De repente, que una mujer hable fuerte, piensan que eres muy enojona, si la mujer da su punto de vista a veces no está bien visto, pero yo voy a seguir dando mi punto de vista, porque tengo mi voz», concluye la líder industrial.