En materia de regulación, si bien muchos líderes empresariales tienen diferencias de opinión con el presidente Biden, un segundo mandato de Trump plantearía riesgos considerables. Trump ha dejado en claro que su enfoque regulatorio no estaría impulsado por un análisis de costo-beneficio, en el que se sopesan los posibles beneficios sociales y económicos frente a las posibles preocupaciones. En cambio, ha dicho que utilizaría la regulación para recompensar a los leales y castigar a los percibidos como enemigos.
Durante su mandato, el Sr. Trump ordenó personalmente al Departamento de Justicia que bloqueara una fusión entre AT&T y Time Warner porque, según se informa, no estaba satisfecho con la cobertura que se le daba a él en CNN, que era propiedad de Warner de tiempoEn un segundo mandato, ha prometido llevar este enfoque más allá, por ejemplo, prometiendo recompensar a los aliados políticos en la industria del petróleo y el gas restringiendo la energía renovable, una de las industrias de más rápido crecimiento del mundo y una en la que estamos en feroz competencia con China.
Trump también tomaría medidas sin precedentes para reducir la independencia de la Reserva Federal, presionándola para que fije las tasas de interés para su beneficio político a corto plazo en lugar de la salud a largo plazo de la economía. Un importante asesor económico de Trump, Peter Navarro, predice que el señor Trump despediría al presidente de la Reserva Federal en los primeros 100 días de su segunda administración. Otros aliados han dicho que las decisiones de la Reserva Federal deberían estar sujetas a consulta con la administración o incluso a su aprobación. Tales acciones podrían causar un gran daño a nuestros mercados y a nuestra economía al politizar las decisiones sobre las tasas de interés de la Junta de la Reserva Federal y socavar la credibilidad más amplia de la Reserva Federal.
El señor Trump ha dicho que le gustaría retirarse de las obligaciones de la OTAN y ha amenazó con abandonar a nuestros aliados En Europa, si son atacados, las amenazas socavarían inmediatamente la confianza en los compromisos de defensa de Estados Unidos y podrían envalentonar a nuestros adversarios a actuar de manera hostil, aumentando la inestabilidad global que amenaza nuestras cadenas de suministro y nuestros mercados y aumentando el riesgo de conflicto armado. Por supuesto, si Trump cumpliera con estas amenazas, el daño sería mucho peor.
El estado de derecho es un pilar esencial de nuestra economía. Los planes propuestos por Trump socavarían el estado de derecho de múltiples maneras, entre ellas: Utilizando al FBI y al Departamento de Justicia para atacar a sus adversariosprobablemente haciendo lo mismo con el IRS, despidiendo a los fiscales de los Estados Unidos si se niegan a cumplir su orden de procesar a sus enemigos políticos, usando su poder de indulto para inmunizar a los aliados políticos de las consecuencias de violar la ley y continuando rechazando la justicia y la libertad de nuestras elecciones.