Por Claire Cain Miller and Margot Sanger-Katz
Una prohibición al aborto a nivel nacional después de las dieciséis semanas de embarazo —misma que, de acuerdo con un reporte de The New York Times, Donald Trump está pensando respaldar— impediría muy pocos abortos en Estados Unidos.
Trump, el favorito para ser el candidato republicano a la presidencia, no ha hablado en público sobre la propuesta, la cual es muy probable que mantenga las prohibiciones más restrictivas en los estados que las tienen (casi la mitad), pero sería un cambio para los estados donde el aborto sigue teniendo muy pocas restricciones.
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Dicha ley, que requeriría la actuación del Congreso, solo afectaría a una pequeña minoría de las mujeres que quieran abortar. De acuerdo con los datos del año 2021 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades procedentes de 41 estados, los más recientes disponibles, antes de que se invalidara el caso Roe contra Wade en 2022, solo el cuatro por ciento de los abortos legales ocurrían a las dieciséis semanas o después, y las mujeres a quienes se les practican suelen tener embarazos complicados en términos clínicos.
Es posible que Trump esté tratando de sacar provecho con el respaldo a esa prohibición: podría atribuirse el mérito ante los conservadores de imponer más restricciones al aborto, como lo hizo cuando puso tres jueces en la Corte Suprema que ayudaron a invalidar el caso Roe contra Wade. Pero también podría intentar tranquilizar con esto a los estadounidenses más moderados que rechazan prohibiciones más estrictas del aborto. La cantidad relativamente pequeña de abortos que se impedirían y la baja popularidad de las propuestas de mayores restricciones al aborto que reflejan las encuestas indican que tal vez sea difícil que tenga éxito este acto de malabarismo.
Un límite de dieciséis semanas en todo el país sería más popular en términos políticos entre los estadounidenses que las prohibiciones absolutas del aborto, pero aun así no sería muy popular. Cerca del 40 por ciento de los electores han dicho que están de acuerdo con las restricciones al aborto en ese momento del embarazo, aunque la opinión pública sobre esas cuestiones es complicada.
También es un plazo mayor a la prohibición anterior de 15 semanas en Misisipi, la ley en cuestión en el fallo del caso Dobbs de la Corte Suprema que puso fin al derecho constitucional al aborto.
¿Quién aborta en la actualidad después de las dieciséis semanas?
Las pocas mujeres que abortan en esta etapa del embarazo tienen probabilidades de enfrentar graves peligros para su salud, señaló Maria Isabel Rodríguez, directora del Centro para la Igualdad en la Salud Reproductiva de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón.
“Las mujeres que quieren abortar a las dieciséis semanas, aunque son pocas, son las personas con mayor riesgo de mortalidad y morbilidad materna”, explicó.
Muchas de las complicaciones más graves del embarazo ocurren en etapas posteriores del embarazo, y muchas anomalías fetales, entre ellas las del cerebro, la médula espinal y el corazón, no se pueden detectar sino hasta después de las dieciséis semanas. Es común que no se detecten antes de las 20 semanas de embarazo, cuando los médicos realizan un ultrasonido anatómico más exhaustivo. Algunas demandas recientes han subrayado las experiencias de mujeres que se enteraron de trastornos médicos importantes después de las dieciséis semanas de embarazo, como la rotura de membranas o que el feto se estuviera desarrollando sin cráneo.
Algunas mujeres sin problemas médicos también han abortado en etapas posteriores del embarazo porque se enteraron de su estado ya tarde o les costó trabajo encontrar a alguien que les practicara el aborto antes. Incluso en los estados en los que el aborto sigue siendo legal, no en todas las clínicas lo practican después del primer trimestre. Rodríguez señaló que ella cree que más mujeres en los estados con prohibiciones han estado abortando en etapas posteriores del embarazo desde el caso Dobbs por la necesidad de prepararse para viajar fuera del estado.
No ha habido ningún estudio importante que mida la cantidad de abortos después de alguna fecha límite de gestación desde el caso Dobbs. Veinte estados ya tienen restricciones al aborto antes de las dieciséis semanas (la mayoría de ellos lo prohíben del todo) y dos, Arizona y Florida, lo prohíben después de las quince semanas.
¿Cuál es la lógica política de una prohibición a las dieciséis semanas?
Para Trump, la prohibición del aborto a las dieciséis semanas representa su mejor opción en un tema políticamente peligroso. Respaldar esa política lo haría más moderado que muchos republicanos en este tema y podría permitirle alegar que otros conservadores han ido demasiado lejos. Pero también le permitiría mantener cierta lealtad a los electores que lo han apoyado y están en contra del aborto.
“Estamos totalmente de acuerdo con el presidente Trump en proteger a los bebés de la violencia del aborto a las dieciséis semanas”, comentó Marjorie Dannenfelser, presidenta de Susan B. Anthony Pro-Life America, una organización que lleva mucho tiempo respaldando restricciones más amplias al aborto.
Pero aunque la prohibición a las dieciséis semanas puede parecer una postura intermedia a algunos electores, no es popular en términos políticos. Incluso algunos electores que afirman que se oponen al aborto en el segundo trimestre muestran poco interés en una prohibición a nivel nacional. Una encuesta de The New York Times/Siena College de julio reveló que los electores se oponen a la prohibición federal a las quince semanas (53 por ciento contra el 38 por ciento) a pesar de que por mucho tiempo las encuestas han mostrado que la mayoría de los estadounidenses desaprueban el aborto después del primer trimestre.
En otra encuesta de The New York Times/Siena College, un candidato republicano genérico que respaldara una prohibición del aborto en todo el país después de las quince semanas de embarazo tenía una ventaja de un punto sobre su rival demócrata. Pero un porcentaje mayor de votantes dijeron que preferirían a un republicano que dejara la política del aborto en manos de los estados, como en la actualidad.
¿Cómo se compararía con otros países?
De ciertas maneras, una prohibición a las dieciséis semanas haría que la legislación estadounidense se pareciera más a la de otros países similares. Solo cerca de una docena de países autorizan el aborto sin restricciones después de las dieciséis semanas; antes de la revocación del fallo del caso Roe contra Wade, Estados Unidos formaba parte de un pequeño grupo que lo permitía hasta las 23 semanas aproximadamente. El límite más común en todo el mundo es a las doce semanas, pero muchos de esos países también tienen políticas sólidas para admitir excepciones.
“Casi todos ellos autorizan el aborto después de las dieciséis semanas por una amplia variedad de motivos, como el riesgo a la salud mental de la persona y, en algunos casos, por el impacto social y económico del embarazo”, señaló Katy Mayall, directora de iniciativas estratégicas en el Centro de Derechos Reproductivos, el cual estudia las leyes del aborto en todo el mundo y lucha en los tribunales contra las restricciones al aborto de Estados Unidos.
La propuesta que se dice que Trump está considerando admitiría excepciones mucho más restringidas que las leyes europeas, por lo que solo autorizaría el aborto en casos de violación, incesto o amenazas para la vida de la mujer.
La experiencia reciente en los estados con este tipo de prohibiciones al aborto indica que esas excepciones se usarían con poca frecuencia. Debido a que las leyes estadounidenses relacionadas con el aborto suelen imponer sanciones penales importantes a los profesionales de la salud, los médicos se han mostrado renuentes a practicar abortos en casos ambiguos, aun cuando existan amenazas graves para la salud de la mujer.
c.2024 The New York Times Company