Cientos de tropas ucranianas ingresaron el martes al oeste de Rusia en lo que parece ser la mayor incursión de la nación atribulada contra su vecino invasor desde que comenzó la guerra hace más de dos años.
La fuerza ucraniana, que según los rusos incluía alrededor de 300 soldados, 11 tanques y 20 vehículos blindados, cargó hacia la región de Kursk y parece haber capturado varios asentamientos alrededor de la aldea de Sudzha, aproximadamente a ocho millas de la frontera, según ABC Noticias.
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Las tropas también han entrado en Sudzha, donde se encuentra un importante oleoducto que suministra gas al resto de Europa, según blogueros militares rusos y vídeos publicados en línea.
La mini invasión, que provocó evacuaciones masivas en un segundo día de intensos combates, llevó al dictador ruso Vladimir Putin el miércoles a reunirse apresuradamente con su gobierno y los líderes de defensa, dijo la cadena.
Vídeos civiles publicados en internet mostraron una situación caótica a lo largo de la frontera, algunos de ellos mostraron a docenas de soldados rusos hechos prisioneros en las afueras de Sudzha, señaló ABC.
La maquinaria de propaganda rusa estaba en pleno funcionamiento tras el ataque, y el gobernador interino Alexei Smirnov dijo en Telegram que “en las últimas 24 horas, nuestra región ha resistido heroicamente los ataques” de los ucranianos.
El Ministerio de Defensa también afirmó que el ejército ruso “continuó destruyendo unidades militares ucranianas en las zonas cercanas a la frontera en la región de Kursk”.
Aunque Ucrania ya había reclutado a grupos rusos disidentes que odian al Kremlin para lanzar incursiones relámpago similares, pero más pequeñas, la incursión del martes marca la primera vez que el ejército ucraniano ha invadido en un número tan significativo, dijo ABC.
Los funcionarios ucranianos, por su parte, no han hablado sobre el ataque ni han confirmado la participación de Ucrania en incursiones transfronterizas anteriores.
Los analistas han dicho que la mini ofensiva podría ser la forma de Ucrania de aliviar la presión en áreas en conflicto como la región de Donbass, obligando a los rusos a redistribuir tropas para enfrentar la amenaza.
Otros han dicho que podría ser un intento de prevenir una ofensiva rusa prevista en una región vecina de Ucrania, o de arrebatar territorio ruso para poder usarlo más tarde como moneda de cambio durante las negociaciones de paz, dijo ABC.
Algunos blogueros militares rusos incluso afirman que Ucrania podría estar apuntando a la central nuclear de Kursk, que está a unos 56 kilómetros de la frontera.