He visto muchos movimientos en el tipo de cambio del peso mexicano a lo largo de los años, comenzando con la devaluación del peso a fines de 1994 y la depreciación del 50% de la moneda frente al dólar estadounidense en 1995.
Aunque no tan dramáticos, los últimos meses han sido una especie de viaje salvaje para el peso mexicano. Después de alcanzar un punto fuerte en nueve años de 16,3 pesos por dólar estadounidense en abril de este año, el peso ahora ronda los 20.
Ha sido un debilitamiento rápido que ha tomado a algunos por sorpresa después de unos años de apreciación constante. Entonces, ¿adónde irá el peso a partir de ahora? ¿Y a qué debemos estar atentos?
Predecir los movimientos cambiarios no es una ciencia exacta, especialmente en el corto plazo.
Es importante recordar que las monedas se mueven en función de factores tanto económicos como no económicos. Retrocedamos un momento y recordemos cuáles son los impulsores económicos clave que determinan cómo se mueve una moneda frente a otra.
Los expertos tienden a observar tres indicadores para tratar de predecir dónde irá una moneda frente a otra: tasas de inflación, tasas de crecimiento del PIB y tasas de interés.
Inflación
Si la tasa de inflación de México es más alta que la de Estados Unidos (como es el caso actualmente), en igualdad de condiciones, esperaríamos que la moneda mexicana se depreciara por la diferencia en la tasa de inflación entre los dos países.
Por ejemplo, si la inflación anual es del 5% en México y la inflación de Estados Unidos es del 3%, esperaríamos que el peso mexicano se depreciara un 2% anual frente al dólar estadounidense.
Con base en las tasas de inflación general anual, a pesar de que tanto México como Estados Unidos están viendo cómo sus tasas continúan disminuyendo desde los niveles pandémicos, todavía hay una diferencia de más de 2 puntos entre los dos países. Esto implicaría que el peso mexicano se depreciará ligeramente frente al dólar estadounidense en el futuro.
Crecimiento del PIB
Si un país está creciendo más rápido que otro, en igualdad de condiciones, esperaríamos que la moneda de ese país se apreciara frente al país de crecimiento más lento.
El año pasado, el crecimiento anual real del PIB de México superó al de Estados Unidos, con un 3,2% frente a un 2,5%, pero las últimas previsiones del FMI para 2024 proyectan que la economía estadounidense crecerá un 2,6% y la economía de México crecerá un 2,2% (aunque esto puede ser optimista según un pronóstico reciente del Banco de México). Por lo tanto, se esperaría que el peso mexicano se depreciara ligeramente frente al dólar estadounidense.
Tasas de interés
Las predicciones monetarias tienden a basarse en el movimiento de las tasas, la diferencia de tasas entre países y la diferencia entre las tasas de interés de un país y su tasa de inflación, más que en las tasas de interés reales mismas.
Por ejemplo, la tasa clave actual de México es del 10,75%, mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos ha mantenido su tasa de referencia en 5,25-5,5% desde julio de 2023. La gran diferencia entre las tasas de los dos países ha atraído el interés de los inversores en el peso.
Además, el hecho de que la inflación general anual de México se encuentre actualmente en poco menos del 5% (lo que resulta en una diferencia relativamente grande entre la tasa de interés y la tasa de inflación) ha fortalecido al peso mexicano.
Mirando hacia atrás en los últimos años, cuando vimos una apreciación del peso mexicano, podemos señalar el factor económico de las tasas de interés como una de las principales razones por las que el país vio una apreciación de su moneda, a pesar de una inflación más alta que la de Estados Unidos. Algunos economistas También señalan que el entusiasmo por el impacto de la deslocalización cercana.
Pero a menudo se producen movimientos dramáticos en las monedas debido a eventos no económicos.
Cuando el peso se disparó a más de 25 por dólar estadounidense en 2020, la causa fue, por supuesto, la pandemia de COVID-19. El reciente movimiento del peso de alrededor de 16 a más de 20 también fue provocado por un evento no económico: las elecciones de México en junio y sus consecuencias.
Dados los factores económicos discutidos anteriormente, esperaríamos que el peso continúe con una lenta depreciación de 3-5% en los próximos 12 meses, lo que significa que podríamos ver 21 pesos por dólar estadounidense dentro de un año.
Sin embargo, son las volátiles noticias no económicas las que probablemente impulsarán importantes movimientos cambiarios en el futuro, como ha ocurrido a menudo en el pasado.
Algunos ejemplos de cuestiones no económicas que podrían afectar los tipos de cambio: retórica negativa de la campaña electoral estadounidense hacia México (probablemente una depreciación del peso), política arancelaria de Estados Unidos contra México (probablemente una depreciación del peso), complicaciones en la discusión del T-MEC (potencialmente una depreciación del peso), o una mayor tensión global en Ucrania o Israel (potencialmente una depreciación del peso).
¿Qué podría hacer que el peso se fortalezca nuevamente?
Algunos ejemplos podrían ser la adopción por parte de la administración entrante de Sheinbaum de posiciones favorables a los inversionistas en materia de energía renovable y la inversión extranjera directa en el sector energético, el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China que causaron que la posición comercial de México mejorara, o un mejor diálogo entre la administración entrante de México y la próxima administración de EE.UU. administración.
Predecir los movimientos de las divisas no es para personas débiles de corazón, ya que hay muchas variables (tanto económicas como no económicas) que debemos tener en cuenta para ayudar a guiar nuestra comprensión.
Mexico News Daily seguirá siendo su asiento de primera fila ante los vientos de cambio económico y geopolítico en México.
Travis Bembenek es el director ejecutivo de Noticias diarias de México y ha vivido, trabajado o jugado en México por más de 27 años.