Hace tres años que, tras dos décadas ininterrumpidas de pararse sobre la avenida Juárez, el ventrílocuo Carlos Rodríguez Coronado y su muñeco Pancholín dejaron su lugar de trabajo bajo uno de los balcones del Casino de La Laguna.
El lugar permaneció vacío ante la ausencia de estos dos personajes. Pero hace unas semanas, el colectivo Nazas Gráfico instaló un grabado de gran formato con la imagen del singular dúo. Entonces la incógnita retornó a los transeúntes: ¿Qué pasó con ese hombre que hacía hablar a su marioneta?
Carlos carga a Pancholín frente al Casino de La Laguna, visten tradicionalmente elegantes en una mañana nublada que rasga el mediodía. Se encuentra junto a los artistas Mack Doselementos Crew e Italia Reza, fundadores de Nazas Gráfico.
Mientras conversan, un peatón se acerca a saludarlo: “Te vi en el Face, dije ¡pues qué le pasó!”.
La instalación del grabado provocó que la gente empezara a enviarle mensajes, incluso hubo quien pensó lo peor y no dudó en colocar una veladora ante la imagen.
Pero Carlos y Pancholín se encuentran bien. El ventrílocuo narra que tuvo que dejar la calle por problemas de salud; lo operaron del corazón y por las decaídas ya no fue capaz de soportar las jornadas de pie junto a su inseparable muñeco.
Además, se vio obligado a vender el material que había reunido para su carpa ambulante, el más grande de sus proyectos. Ante la borrasca no tuvo más opción que reponerse y empezar de cero. Hoy su principal fuente de ingresos en el arte clown, donde es conocido como el payaso Pinolillo Jr.
“Me contratan en fiestas, en eventos sociales. Hacemos nuestro trabajo, humildemente trabajamos así”.
Jamás ha soltado la mano del arte escénico y hoy sube contenido a redes sociales en las cuentas del payaso Pinolillo, mostrando algunos de sus números. También se dedica a la fabricación de muñecos y botargas, según cuál sea el encargo.
“Fue el tiempo pertinente para hacer lo mío allá en la casa: hacía mis botargas, hacía mis monos, iba a las fiestas y volví a construir mi teatro. Estoy haciendo un teatro rodante, itinerante. Es lo que estamos haciendo ahorita”.
Cuando logre terminar su carpa/teatro, Carlos indica que quisiera empezar a dar funciones en la colonia Sol de Oriente y luego trasladarse a otros barrios.
Sin embargo, aun con esos planes a futuro, Carlos no niega extrañar la acera de la avenida Juárez, por lo cual indica que volverá para la temporada decembrina, cuando comiencen las peregrinaciones a la iglesia de Guadalupe, pues para entonces habrá un gran flujo de gente.
“Sí, extraño a mi gente, a la gente que pasa constantemente y nos cuentan sus anécdotas, su vida, porque eso es lo que hace uno aquí. Está uno viviendo aquí, compartiendo lo que le pasa a ellos en su vida, porque a veces vienen sufriendo de su casa. No hayan cómo desahogar lo que traen. Nos cuentan sus historias y de paso también les contamos lo de nosotros. Se vuelve una cosa como si fuéramos psicólogos, que no lo somos, pero es algo especial”.
EL GRABADO
Mack Doselementos Crew indica que fue el pasado 15 de agosto cuando colocaron el gran grabado sobre un portón que divide al Casino de La Laguna del Banco de La Laguna. Debido al valor histórico del inmueble, no fue adherir la imagen con pegamento, por lo que se imprimió en papel china y se pegó sobre un MDF, para luego instalar la pieza que alcanza dimensiones de hasta 2.2 metros por 90 centímetros.
“Es grabado en gran formato, se empieza haciendo el boceto. Afortunadamente, cuando era la pandemia venía y platicaba con Carlos. Siempre cargaba mi cámara en aquel entonces y tengo varias fotos de Carlos. A partir de la imagen, empezamos a bocetear y luego lo llevamos al material que es MDF, lo tallamos y lo imprimimos en papel de china, que te permite adherirlo a cualquier superficie con facilidad y también tiene cierta durabilidad”, describe Mack.
La pieza forma parte de un proyecto de Nazas Gráfico encargado de documentar a las personas con las que se convive en el centro de Torreón. Así, junto a otros artistas, se eligieron ciertos personajes como Carlos y Panchonlín, el Pollo de La Laguna, don Costales de la Alianza o el General de Trincheras.
Cabe señalar que esta imagen de Carlos y Pancholín ya fue pegada en la ciudad de Oaxaca, durante la última visita que Nazas Gráfico realizó al sur del país.
Ante tal reconocimiento, Carlos no se reserva la emoción. Agradece que se le tome en cuenta en este tipo de expresiones. Hace hablar a Pancholín y saluda al que pasa. Luego reflexiona sobre el amor que le profesa al arte escénico.
“Cuando haces el arte escénico de vida, en persona con la gente, sientes más bonito que en cualquier plataforma, sea redes sociales o lo que sea. Experimentarlo físicamente es lo máximo”, cerró Carlos Rodríguez Coronado.
