Tras siete años de desarrollo, finalmente se dio a conocer el Biobanco Mexicano. El biobanco es una colección de 1,8 millones de marcadores genéticos pertenecientes a 6.057 habitantes de México de 898 localidades rurales y urbanas de cada estado.
“América Latina sigue estando muy subrepresentada en la investigación genómica”, escribieron los creadores del biobanco en la revista científica Nature. Pero gracias a este proyecto, México ha dado pasos “para llenar este vacío”.
Un biobanco es un depósito de muestras biológicas, como sangre, tejidos, ADN y otros fluidos corporales, junto con los datos asociados, recopilados con fines de investigación científica y médica. Por lo general, se recopilan muestras y datos de un espectro muy amplio de personas.
“En el futuro, cuando México y su población tengan acceso a servicios biomédicos, medicina personalizada y otros avances científicos para el bienestar”, el arduo trabajo que se puso en este proyecto “deberá ser recordado”, escribió el diario Crónica.
Científicos e investigadores organizados por el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) fueron el principal impulsor del proyecto, que comenzó en 2017. El financiamiento de más de 1 millón de libras (1,2 millones de dólares) provino de los gobiernos británico y mexicano.
En el pasado, los académicos habían publicado investigaciones y perfiles genéticos de los pueblos indígenas, pero este proyecto es la representación más completa de las poblaciones de todo México. Como un mapa del metro, muestra un panorama de cómo se estructura la ascendencia por regiones y estados. El biobanco proporciona información sobre las historias genéticas de individuos en México y analiza sus complejas arquitecturas de rasgos, lo que podría conducir a avances en medicinas preventivas y correctivas no solo en México sino también a nivel mundial.
“Actualmente, más del 95% de los participantes en estudios de asociaciones médicas genéticas a nivel mundial son de ascendencia europea, lo que limita el conocimiento del genoma humano de otras poblaciones del mundo”, afirmó Andrés Moreno Estrada del Cinvestav. “Es urgente corregir este sesgo para que las promesas de la medicina genómica y de precisión sean más equitativas en todo el mundo, incluido México”.
El Cinvestav lideró el estudio con la ayuda de instituciones de investigación estadounidenses y británicas, junto con investigadores mexicanos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) y el Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
Entre otras cosas, el estudio analizó ADN antiguo recuperado de restos humanos en ocho sitios arqueológicos precolombinos. Por el bien del proyecto, México fue dividido en siete regiones, incluyendo el norte de Mesoamérica, el Golfo de México y la región cultural de Oaxaca. En la recopilación de datos se hizo hincapié en las poblaciones indígenas y rurales.
Uno de los principales hallazgos es que en Veracruz los afromexicanos representan el 8.4% de la población. Asimismo, se encontró una mayor presencia de genes asiáticos en las zonas de Guerrero y Baja California. Datos relacionados con la salud muestran que las poblaciones con mayor ascendencia indígena tienen menos variación genética.
“Nuestros resultados informarán el diseño de futuros estudios genéticos y de rasgos complejos en México y América Latina y, con suerte, motivarán esfuerzos adicionales para fortalecer la capacidad de investigación local en América Latina y beneficiar a los grupos desatendidos a nivel mundial”, afirma el informe.
con informes de crónica y Naturaleza