¿Deberían los obispos entablar un diálogo con los criminales violentos? El presidente Andrés Manuel López Obrador, por su parte, no ve nada malo en ello.
“Sacerdotes, pastores y miembros de todas las iglesias… ayudan con la pacificación del país. Creo que es muy bueno, todos tenemos que contribuir a lograr la paz, pero por supuesto la responsabilidad es del Estado”, dijo el jueves por la mañana.
Su comentario se produjo después de que el obispo José de Jesús González Hernández dijera a los periodistas el miércoles que él y los otros tres obispos católicos del estado de Guerrero se habían reunido por separado con líderes criminales.
Buscaban una tregua a nivel estatal entre grupos criminales enfrentados, pero no pudieron lograrla, dijo González, obispo de la diócesis de Chilapa-Chilpancingo.
Explicó que los líderes criminales no estaban dispuestos a ceder terreno y, como resultado, no se pudo llegar a un acuerdo sobre qué grupos tendrían el control criminal sobre diferentes partes del estado sureño. Los capos tienen “deseos de dinero” y “deseos de poder”, dijo González, explicando además por qué fracasó el intento de obtener una tregua.
Guerrero fue el séptimo estado más violento de México en 2023 en términos de homicidios totales con 1,688, según datos presentados por el gobierno federal el mes pasado. La mayoría de los asesinatos están vinculados al crimen organizado. Varias partes del estado están plagadas de problemas de seguridad, incluida la capital Chilpancingo, el pueblo mágico de Taxco, la ciudad de Acapulco azotada por huracanes y la notoriamente violenta región de Tierra Caliente.
González, quien dijo en 2022 que esperaba cultivar una amistad con grupos criminales e indicó que estaría dispuesto a dar su vida mientras mediaba entre narcos enfrentados, ha seguido los pasos de su predecesor, Salvador Rangel, al entablar un diálogo con Instigadores de la violencia en Guerrero. Dijo que él y los demás obispos de Guerrero continuarían haciéndolo.
Si bien expresó su apoyo a ese diálogo, López Obrador declaró que no era aceptable que las conversaciones condujeran a “acuerdos que signifiquen otorgar impunidad, privilegios y licencias para robar”.
En su conferencia de prensa matutina en Acapulco, también dijo que la presencia de seguridad federal en Guerrero es más fuerte que nunca.
“Debe haber unos… 29.000 miembros del ejército, la marina y la Guardia Nacional. Eso nunca antes se había visto en Guerrero”, dijo López Obrador.
Xóchitl Gálvez, candidata presidencial por la alianza opositora tripartita Fuerza y Corazón por México, tuvo una opinión muy diferente y afirmó el jueves que el gobierno federal ha “abandonado” a Guerrero.
“Abandonó a la gente de Acapulco” después de que el poderoso huracán Otis devastó la ciudad en octubre pasado, dijo.
“[Organized] el crimen esta controlando [public] transporte en Taxco, Chilpancingo e Iguala. Lo que está pasando Guerrero todos los días es una tragedia”, dijo Gálvez, quien se encuentra actualmente en Europa y se reunió con el Papa Francisco el jueves.
El senador devenido candidato presidencial dijo que “es triste que hoy la iglesia tenga que negociar con el crimen organizado, ya que lamentablemente es la autoridad de facto en Guerrero”.
Gálvez dijo que entendía lo que los obispos estaban tratando de lograr, pero describió las reuniones con narcos como “muy peligrosas para ellos y para todos los residentes de Guerrero”.
«Creo que es increíble que el presidente diga que está de acuerdo», añadió.
con informes de El Sur, Reforma y el Universal