Aunque otras armadoras ya incursionan en el mercado de los vehículos eléctricos, Tesla continúa como el rey y se mantiene a la cabeza en las ventas, ahora más repartidas con otras marcas.
En los últimos años se ha intensificado el mercado de los eléctricos. Íconos automotrices como la Ford F-150 Lightning, la Chevrolet Silverado, la Sierra de la GMC y la Ram 1500, incluso el Corvette, se unieron o están por unirse a ese mercado.
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Las compañías automotrices tradicionales actualmente atraviesan un fuerte obstáculo que representa la huelga lanzada por United Auto Workers contra Ford, GM y Stellantis. Y en ese sentido, las quejas de los trabajadores están estrechamente relacionadas con la electrificación de los vehículos.
La transición a los vehículos eléctricos representa además una evolución en los procesos de fabricación, con complejidades en las baterías, pero más facilidades en el resto del armado.
A más de una década de lanzar su primer vehículo, Tesla se ha afianzado en el mercado con un modelo en el que las armadoras tradicionales intentan competir. Su estrategia se basa en la eficiencia, reduciendo costos de fabricación hasta en un 40 por ciento.
Además, sus costos de operación se reducen también en el pago de mano de obra. Promedian 45 dólares la hora, incluyendo salarios y beneficios, contra 66 dólares la hora en los fabricantes de automóviles de Detroit, de acuerdo con The Wall Street Journal.
Aunque con dificultades, Tesla continúa con su dominio y las ventas lo reflejan: el Model Y es el automóvil más vendido del mundo, lo que consiguió solamente meses después de entrar en el top 10 de ventas en Estados Unidos.
Además, los cuatro vehículos principales de Tesla representan el 60 por ciento de los vehículos eléctricos vendidos en Estados Unidos. En la primera mitad de este año, Tesla vendió 336 mil vehículos eléctricos, 10 veces más que sus competidores más cercanos, Hyundai-Kia y GM.
Y por si eso fuera poco, su futuro se muestra prometedor, pues mientras las armadoras de Detroit se ven obstaculizadas con la huelga, Tesla sigue avanzando y podría ser la compañía automovilística mejor posicionada para aprovechar el proyecto climático del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
También ganan terreno en la carga. Hace poco su red de cargadores sólo funcionaba para autos Tesla, y su enchufe estaba bloqueado contra los que son estándares, sin embargo el año pasado, Elon Musk rebautizó su tecnología como estándar de carga norteamericano abierto, con lo que los rivales pueden usar el sistema.
Sin importar el destino de la huelga del sindicato estadounidense automotriz, Tesla continuará a la cabeza pese a la competencia que ahora enfrenta, misma que tiene que sortear otros obstáculos y se encuentra en punto muerto.
Si Tesla arrastra a las otras armadoras a un modelo de negocios de Silicon Valley, la producción de vehículos eléctricos se eficientará y habrá autos eléctricos más baratos.