A lo largo de su carrera, el maestro Juan Carlos Lomónaco (1969) ha podido demostrarle al mundo que México cuenta con compositores de primer nivel. Lo mismo en Polonia que en España, Rusia, Canadá o en Estados Unidos, el director de orquesta alberga en su corazón la sonoridad de estas obras y no titubea en compartirlas al público expectante más allá de nuestras fronteras.
Juan Carlos Lomónaco está en Torreón, donde este viernes 6 y el domingo 8 de septiembre, como director invitado, interpretará un programa de música mexicana junto a la Camerata de Coahuila en el Teatro Isauro Martínez.
La selección de obras pretende que el escenario se tiña de verde, blanco y rojo: Huapango (1941) y Sinfonietta (1945), de José Pablo Moncayo; Danzón No. 2, de Arturo Márquez (1994); Obertura festiva (1952) y La madrugada del panadero (1952), de Rodolfo Halffter.
“Me ha tocado hacer Huapango en diversas partes del mundo y es uno de los orgullos más grandes que he tenido, de poder mostrarle al mundo que tenemos compositores de primerísimo nivel. Sobre todo de la época nacionalista, como Carlos Chávez, Silvestre Revueltas (que aunque no lo incluimos en esta ocasión, es un compositor excepcional) y toda la música de Moncayo que me parece maravillosa”.
En múltiples ocasiones, se ha considerado a Huapango como el segundo himno nacional de México. Juan Carlos Lomónaco tiene una explicación para ello: la orquestación de la pieza toca fibras sensibles de los mexicanos porque está basada en la música folclórica del país, cuya sonoridad es sumamente rica y variada.
“Especialmente los sones huastecos y los sones veracruzanos. Huapango se conforma por tres sones y además por una orquestación tan poderosa, tan bien hecha por un compositor. Moncayo estudió con Chávez, tiene una influencia muy importante de él, de Aaron Copland. Entonces, digamos, la mezcla del folclor a través de un compositor de altísimo nivel como José Pablo Moncayo, dan como resultado esta obra emblemática”.
En ese sentido, Lomónaco acude a aplaudir la partitura que Arturo Márquez creó para el Danzón No. 2. La pieza se estrenó en 1994, en la Sala Nezahualcóyotl de Ciudad de México, gracias a una interpretación de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, bajo la dirección de Francisco Sabin.
“Lo más interesante es ver cómo emociona, no nada más a los mexicanos, sino a todo el mundo, porque está muy bien hecho. Es importante aclarar que Arturo Márquez ha hecho ocho danzones orquestados, muy bien hechos todos; sin embargo, el Danzón No. 2 es el que más fama ha adquirido”.
Por último, Lomónaco se refiere al compositor de origen español Rodolfo Halffter, quien aportó en gran medida para construir la identidad de la música mexicana, pues contaba con los conocimientos transmitidos por Manuel de Falla y Maurice Ravel. Refugiado de la Guerra Civil Española, fue maestro de compositores como Chávez y Moncayo, impartiendo cátedra sobre corrientes europeas como el dodecafonismo, para más tarde nacionalizándose mexicano.
“A Rodolfo Halffter lo incluimos en este programa como un pilar importantísimo para los nacionalistas de nuestro país”.
El primer concierto de Música Mexicana de Camerata de Coahuila en el TIM se realizará este viernes 6 de septiembre a las 20:30 horas, así mismo se ha programado una segunda función para el domingo 8 a las 12:00 horas. Los boletos ya están disponibles en la plataforma NewTicket.