La noche de este viernes se estrenó por primera vez en la Comarca Lagunera la obra circense ‘El tejido de los sueños’, dirigida por Ana Sofía Vázquez.
La puesta en escena se inspira en la obra de la pintora surrealista Remedios Varo, de origen español, pero que pasó gran parte de su vida en México como refugiada tras huir de los desastres de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
El Teatro Nazas comenzó a recibir al público desde antes de las 20:00 horas, momento en que se había anunciado la cita en el recinto para gozar del espectáculo.
Mientras los asistentes toman asiento, un silbido constante, hipnótico, llena la sala. A su vez, un círculo de luz se extiende y se contrae rítmicamente, proyectado sobre una pantalla al fondo del escenario, acaso preparando a la audiencia para sumergirse en la experiencia onírica que está a punto de desenvolverse frente a sus ojos.
“Heme aquí sentada frente a mí misma”, dice La Novicia, guía de este viaje en el mundo de Remedios Varo, sentada frente a un pequeño escritorio sobre el cual hay papel, pluma y una lámpara. Es lo único que se necesita para comenzar a crear, y uno siempre crea —sobre todo cuando se trata de surrealismo— un reflejo de uno mismo.
“Yo juego a ser Dios, a reinventar el universo. A veces mujer, a veces sombra, a veces árbol, soy, no soy, existo, no existo”, continúa más adelante la protagonista, ya rodeada de algunas de las criaturas más icónicas que nacieron de la mente de la artista española-mexicana, quienes danzan con movimientos amplios y fluidos.
PARALELISMO ENTRE SUEÑOS Y VIDA
Sobre el escenario se conectan distintas pinturas de Remedios Varo; sin embargo, se podría decir que los pilares más fuertes sobre los cuales se sostiene la puesta en escena son los cuadros que conforman su ‘Tríptico’: ‘Hacia la torre’ (1960), ‘Bordando el manto terrestre’ (1961) y ‘La huida’ (1961). Estos tres paneles cuentan una historia de libertad que es relatada en la obra de Ana Sofía Vázquez, y que, por cierto, también coincide con la biografía de Remedios Varo: vivió sus primeros años en una sociedad española sumamente conservadora, hasta que se trasladó a París e hizo estallar su creatividad inspirada por el movimiento surrealista, que indaga en las expresiones del inconsciente, como los sueños o los análisis psicoanalíticos.
En ‘El tejido de los sueños’, un grupo de mujeres vestidas exactamente iguales, sigue el ritmo de los sonidos mecánicos que se escuchan en la ciudad amurallada en la que se encuentran. Entre ellas, La Novicia se niega a creer que no haya algo más allá de esa rigidez. “Resiste, resiste, resiste”, le responden las demás.
La sección correspondiente a ‘Bordando el manto terrestre’ llega tras otros actos en que la protagonista va revelando sus deseos y conociendo su poder creador. En este punto, los sonidos mecánicos regresan y las mujeres mueven sus manos como si estuvieran tejiendo, justo antes de elevarse varios metros para ejecutar una danza aérea entre largas telas que se extienden hasta el suelo.
Transcurren unos actos más y llega el momento de ‘La Huida’. La ciudad al fondo se ve en llamas y una de las mujeres logra escapar con su amante en una emotiva e íntima danza.
La narración de La Novicia ya no está presente en ese momento, ni se hará escuchar en el tiempo que resta antes del intermedio. Esto permite al espectador adentrarse más en la música y en cómo interactúan con ella los personajes a través de acrobacias, contorsiones, cantos, rituales y hasta un acto cómico; todo esto en el cielo, en el bosque, en fin, en atmósferas más mágicas que aquella ciudad de muros asfixiantes.
Es curioso que, al parecer, al público lagunero le avergüenza —o le intimida— aplaudir en el teatro y se contiene de hacerlo, a pesar de que uno de los aspectos más característicos de las artes vivas es ese contacto más íntimo con los actores y todos los demás elementos de la puesta en escena.
Esta obra no fue la excepción, pues se trata de una producción que atrapa con su narración poética, proyecciones, iluminación, escenografía, vestuarios, maquillaje y actuaciones. Efectivamente, se trata de un tejido de los sueños de libertad que Remedios Varo consolidó a través de sus creaciones artísticas.
Las siguientes funciones se llevarán a cabo el sábado 28 y el domingo 29 de septiembre, a las 19:00 horas, en el Teatro Nazas.
Los boletos pueden conseguirse en taquilla o en la plataforma digital NewTicket.