Ataques de pandillas en el sur de la capital haitiana, Puerto Príncipe, dejaron al menos dos muertos y más de cinco mil desplazados, informaron este lunes las autoridades de protección civil de ese país caribeño desgarrado por la violencia.
Haití sufre desde hace años la acción de bandas criminales, pero esta se ha intensificado en los últimos meses, lo que ha agravado la crisis humanitaria.
Según un balance parcial facilitado a la AFP, dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses, murieron en estos ataques perpetrados por la coalición de grupos armados conocida como «Viv Ansanm» («Vivir Juntos», en español) en el distrito de Solino.
«Fueron asesinadas en el interior de sus viviendas», señala el informe de Protección Civil, que también asegura que se han incendiado casas y vehículos.
Desde el 17 de octubre, varios distritos de Puerto Príncipe han sido el blanco recurrente de las pandillas.
Los ataques continuaron el lunes por la tarde en Solino, donde se veían columnas de humo procedentes de casas incendiadas.
También fueron atacadas otras localidades, entre ellas una escuela del municipio de L’Estère, donde murió un padre y varios alumnos resultaron heridos.
A principios de octubre, un ataque de una pandilla contra la ciudad de Pont-Sondé dejó al menos 109 muertos y más de 40 heridos.
Tras varios meses de relativa calma, «Viv Ansanm» ha intensificado sus acciones en los últimos días, a pesar de la presencia de una misión multinacional liderada por Kenia para apoyar a la desbordada policía haitiana.
En total, al menos tres mil 661 personas han muerto en Haití desde enero, según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
La violencia ha obligado a más de 700 mil personas, la mitad de ellas niños, a huir de sus hogares, según la Organización Internacional para las Migraciones.
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N. de la R. La situación de inseguridad en Haití se ha deteriorado rápidamente en los últimos años, especialmente después del asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. La ausencia de un gobierno estable y el debilitamiento de las fuerzas de seguridad han permitido que las pandillas amplíen su control en diversas zonas del país, incluidas partes significativas de la capital, Puerto Príncipe. La coalición «Viv Ansanm» es solo una de las varias organizaciones armadas que operan en el país, siendo responsable de secuestros, extorsiones y masacres. En respuesta a la creciente violencia, la ONU aprobó el 2 de octubre de 2023 el despliegue de una misión de seguridad multinacional liderada por Kenia, con el objetivo de ayudar a restaurar el orden y fortalecer a la Policía Nacional de Haití. Sin embargo, la efectividad de esta misión aún está por evaluarse, dado que las pandillas continúan ejerciendo un poder considerable en el terreno. La crisis humanitaria también ha empeorado, con aproximadamente el 60% de la población enfrentando inseguridad alimentaria y más de 200,000 personas viviendo en refugios improvisados. La violencia en el país ha tenido un impacto profundo en el acceso a la educación, la salud y otros servicios esenciales, exacerbando la situación de pobreza generalizada.
