En septiembre pasado se produjo el debut en la pasarela de la marca de moda nacida en la CDMX, Tanamachi. Organizado en el Museo Experimental Eco de la Colonia Cuauhtémoc de la Ciudad de México, alrededor de 200 personas asistieron al evento de vanguardia producido por la agencia cultural Habitación Momo.
El esperado desfile duró unos veinte minutos y contó con quince modelos luciendo 30 looks diferentes; cada uno vestido de pies a cabeza con maquillaje, joyas, ropa y encanto.
La mayoría de las piezas fueron creadas desde cero específicamente para el espectáculo y los modelos les dieron vida con una intencionalidad feroz y magnética. Vestidos, pantalones cortos, pantalones, zapatos, faldas, blusas, abrigos, botas, todos fueron seleccionados para el placer del espectador y en una amplia variedad de colores y telas.
La historia de Tanamachi
El espectáculo de septiembre representó un nuevo comienzo para los fundadores de Tanamachi, Toshiharu Tanamachi y Mauricio López. En una entrevista con Mexico News Daily después del desfile, Tanamachi y López aportaron algo de luz contextual a la pasarela.
La marca inició su andadura en 2018 cuando el director creativo Toshiharu Tanamachi se sintió cansado de la monotonía en la ropa masculina. “La ropa tradicional masculina ha sido básicamente la misma desde hace trescientos años: traje, chaqueta y pantalón. (…) Hay mil variaciones de traje, abrigo y pantalón, pero siguen siendo las mismas piezas de hace trescientos años”, dijo Toshiharu. Su idea es que la ropa no tiene género, y al final la ropa es ropa, la usa quien quiera usarla.
Al principio, Toshiharu estaba más obsesionado con los trajes de hombre, solo trabajaba en trajes a medida y realizaba servicios de sastrería en general. Agregaba toques interesantes y diferentes a sus piezas y utilizaba únicamente retales de tela que encontraba en el centro de la Ciudad de México. “A veces encontramos diez metros de una tela, a veces veinte”, dijo, lo que significa que a veces Toshiharu tenía que usar más de una tela en una pieza dependiendo de cuántos retales tenía.
Cuando la pandemia frenó el mundo de la moda y la demanda de trajes a la medida, Toshiharu conoció a Mauricio López, quien se incorporó a la marca como Director de Producción y, como dice Toshiharu, hizo un 180° cambiar su visión empresarial. Juntos, los dos se dieron cuenta de que si incorporaban piezas listas para usar en su modelo de negocio hecho a medida, tendrían mejor acceso al mercado de la moda y podrían explorar y crear más.
“La visión de Tanamachi siempre ha sido buena, antes y después de mi participación. … Siempre ha sido una persona muy elegante. [style of] sastrería que converge con la funcionalidad… [and] Estética moderna”, afirmó Mauricio.
Ahora, el equipo confecciona prendas a medida, como las presentadas en el desfile, además de prendas prêt-à-porter. También se están centrando más en el uso diario, a diferencia de las piezas que se usarán una vez al año en un evento elegante y quedarán suspendidas en el tiempo dentro de un armario durante el resto del año.
«También queremos hacer ropa que sea funcional, que cuente una historia pero que también puedas usar todos los días», dijo Toshiharu. “Creemos que la ropa va más allá y es más profunda que algo que simplemente te pones. [Clothing] Es una forma de comunicarse y puede hacer de todo, desde transmitir emociones hasta reflejar problemas sociales de un momento particular”.
Entre bastidores: la historia del desfile de moda
¿Qué historia transmitían las prendas de Tanamachi en el desfile de modas? En pocas palabras, la historia de quiénes son: dos hombres homosexuales que viven en la Ciudad de México, capital de un país cosmopolita que lo tiene todo, a pesar de seguir siendo en gran medida conservador.
Su inspiración proviene ante todo de la ciudad, que es, según Toshiharu y Mauricio, “un oasis de apertura”. “No nos inspiramos, no sé, en el rococó francés del siglo XVI”, dijo Toshiharu en broma. “Intentamos encontrar inspiración en lo real, en lo que nos rodea”.
No es que esté mal buscar inspiración en lugares lejanos. Pero en Tanamachi, los creadores aprecian la crudeza de la realidad en la que viven, para bien o para mal. «De eso tratamos de hablar», continuó Toshiharu, «los vicios y virtudes de la Ciudad de México hoy».
En nuestra entrevista, Toshiharu y Mauricio compartieron su visión de la investigación que hicieron antes de su programa más reciente. En la década de 1950, el artista mexicano-alemán Mathias Goeritz diseñó el espacio que ahora alberga el “Museo del Eco”, creándolo para que fuera una plataforma de arte sin precedentes en el contexto mexicano e internacional. El espacio ha cumplido muchos propósitos, funcionando como discoteca, lugar de encuentros políticos, museo experimental y restaurante.
Mientras continuaban con su investigación, Toshiharu y Mauricio descubrieron que Goeritz y el arquitecto Luis Barragán tenían una relación secreta. El restaurante del Echo era el lugar donde pasaban el rato, un lugar considerado un centro para la comunidad queer en los años 50.
“Encontramos una cita de Diego Rivera, donde dice de manera despectiva: ‘El Eco es sólo un espacio para que los homosexuales capitalinos desfilen por las pasarelas’. Y pensamos, ¡guau! Eso es literalmente lo que vamos a hacer”, relatan emocionados.
Tanamachi eligió iluminar las habitaciones del Echo con un toque de su antiguo esplendor, ambientando el antiguo escenario del alguna vez muy codiciado restaurante gay.
A lo largo del espacio, colocaron múltiples mesas rectangulares, dispuestas como si hubieran sido cenadas: juegos de platos, copas de vino y whisky con manchas de lápiz labial, ceniceros con colillas falsas y servilletas de tela bordadas con el eslogan de Tanamachi: “Las apariencias son vale más que las virtudes (Más valen las apariencias que las virtudes).” La pasarela rodeó estas mesas, dando a los afortunados invitados sentados ante ellas una mirada de cerca a las modelos.
Accesibilidad
desde el Museo Experimental Eco es propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el espectáculo fue gratuito y abierto al público.
Uno de los valores de Tanamachi es hacer que la moda sea más accesible. Abrieron la inscripción más de una semana antes del evento, con la esperanza de darle a cualquier interesado la oportunidad de asistir. “Queremos romper el estigma, la estructura, el elitismo y el clasismo que existe en el mundo de la moda. Nunca quisimos hacer una pasarela donde solo invitáramos a los influencers y a los no sé qué”, dijo Mauricio.
Además de otorgar acceso al público, Toshiharu y Mauricio priorizan la accesibilidad en otras dos áreas. Primero, por su desprecio por el género: la ropa de Tanamachi no lo tiene. Son para quien quiera lucirlos, sin importar su identidad de género.
En segundo lugar, la marca ofrece accesibilidad en la funcionalidad y durabilidad de su ropa. “Un pantalón te lo puedes comprar en 3.000 pesos. Pero por ejemplo, nuestro pantashort puede ser un pantalón perfecto, y un pantalón corto perfecto al mismo tiempo. O puede ser un híbrido. Puedes diseñarlo según tu creatividad”, explicó Mauricio.
Gracias a esa versatilidad, la vida útil de una prenda Tanamachi es más larga que la de cualquier otra pieza de tu armario. Además, los materiales de alta calidad que utilizan hacen que esa misma prenda sea más duradera.
Las apariencias valen más que las virtudes
“Las apariencias valen más que las virtudes” es lo que sugieren Mauricio y Toshiharu en su colección otoño-invierno 2023. “A veces, si te vistes bien, cualquiera que sea tu sentido de la elegancia y tu sentido de la calidad, te sientes mejor. Tu día cambia, cambia la forma en que afrontas tus responsabilidades diarias”, explica Mauricio.
La pareja busca restaurar el romance y la fantasía que alguna vez rodearon no solo a la ropa sino a la industria de la confección en México. “Un poco de lo que queremos hacer y se nos está dificultando, es profesionalizar la moda como industria [in Mexico]. Para que se lo tomen en serio. Para que podamos crear no sólo una ‘marca cool en La Roma’, sino una empresa formal que pueda generar empleos”, explicó Toshiharu.
“Queremos darle dignidad a la industria”, agregó Mauricio. “Lo creas o no, esta industria nos dio muchos puestos de trabajo durante mucho tiempo. … Ahora está algo castigado. [In the past,] Nos fue muy bien, luego muy mal, y cuando nos fue muy mal, se perdió por completo la dignidad de coser, diseñar, crear”.
Entre sus esperanzas y sueños para el futuro está su compromiso de permanecer en la Ciudad de México. El mundo tiene sus ojos puestos en la ciudad, donde hay una afluencia constante de gente interesada y emocionada que llega. «Es un gran momento para la cultura queer y la cultura en general», dice Toshiharu.
Al igual que en los años 50, cuando Barragán y Goeritz sucedieron a personajes como Frida Kahlo, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, Tanamachi se encuentra en la encrucijada del pasado, presente y futuro de la moda, lista para lo que está por venir.
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Para explorar y comprar las creaciones de Tanamachi, visite:
- www.tanamachi.shop -, Envío al mundo entero
- Instagram, @tanamachi__, donde puedes comunicarte con Tanamachi por DM
- tiendas fisicas:
- ppaayyss, Juárez, CDMX
- Stendhal, Polanco, CDMX
- Rumor, Condesa, CDMX
- Totem, (anteriormente en Los Ángeles) Nueva York, NY