Ciudad de México .La actual administración ha dado apoyos a Petróleos Mexicanos (Pemex) por 81 mil 800 millones de dólares, los cuáles han ayudado a que la petrolera pague en lo inmediato sus vencimientos de deuda. Sin embargo, las finanzas de la empresa representan una presión para la calificación soberana del país, y ésta podría bajar, si aumenta la deuda como proporción del producto interno bruto (PIB), debido a que no existan medidas fiscales que compensen las ayudas a la compañía estatal, advirtió Saul del Real, director de Soberanos Latinoamericanos en Fitch Ratings.
“Pemex seguirá siendo una carga para la posición fiscal del soberano, pero no esperamos ningún cambio en la voluntad del gobierno de apoyarla financieramente”, comentó el analista. En este punto, ya asumido que las ayudas a la empresa se mantendrán en la próxima administración, Del Real comentó que Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta electa de México, “se quedará corta a la hora de proporcionar una garantía absoluta a la deuda de Pemex o una inyección de capital que mejore el perfil financiero de la empresa”.
Pemex, que es una de las petroleras latinoamericanas peor calificadas por Fitch, está generando prácticamente la mitad del flujo que requiere para cubrir deuda y operar, reportó Adriana Eraso, directora de Corporativos Latinoamericanos. De 12 mil millones de dólares que, de acuerdo con estimados de la calificadora de riesgo, estaría generando la petrolera, hasta 9 mil millones absorbería el pago de intereses mientras los costos de inversión promedian 10 mil millones de dólares, explicó la analista en un seminario virtual.
“Todo lo que la empresa está generando y que debería ir al gasto en capital, a explotación, que es el negocio que realmente está ganando dinero para la empresa, no está yendo en esa dirección, está yendo a pagar intereses”, enfatizó la analista, que recordó la calificación que tiene Pemex, en CCC-, lo que deja su deuda como altamente especulativa frente al mercado. Esto pese a que tanto Del Real, como Eraso, reiteraron que no se espera un impago por parte de la compañía mexicana, debido al apoyo que tiene del gobierno federal.
De acuerdo con la evaluación GRE que hace Fitch sobre corporativos que tienen un vínculo los suficientemente estrecho con un gobierno, tipo matriz y subsidiaria, para Pemex no se están contabilizando los apoyos recurrentes que le hace el gobierno federal debido a que “no son lo suficientemente significativos (…) en orden de ver un cambio en las operaciones”; en la misma situación se tiene a Petroperu.
“La razón es que, a pesar de que hemos visto cierto apoyo en forma de financiamiento, inyecciones de capital o garantías para los bancos y algunos tipo de préstamos, este apoyo en particular llega muy tarde, sólo para evitar un evento de incumplimiento. Sin embargo, no es lo suficientemente significativo para nosotros en orden de ver un cambio en las operaciones que está haciendo a estas empresas más débiles”, justificó Eraso.
Saul Del Real explicó que el peso de Pemex se ha ido reduciendo como parte de economía mexicana, pero debido a su “importancia estratégica”, desde 2019 el Estado le ha ayudado cada año con cerca de uno por ciento del PIB, lo que ha afectado las cuentas fiscales. De acuerdo con las previsiones de Fitch, el déficit fiscal en México alcanzará 5.4 por ciento del PIB este 2024 –por encima del 3.2 por ciento en que promedian otras economías con la calificación BBB –.
No obstante, Del Real reconoció que la deuda de la petrolera ha caído como proporción del PIB, cerró el año pasado en 5.9 por ciento, muy por debajo del 10 por ciento que alcanzó en 2020, cuando la economía mexicana también se hundió por efecto de la pandemia de coronavirus. “Estamos viendo una reducción en el tamaño de la responsabilidad por contención que esto representa para México (…) el apoyo estatal a México se ha vuelto recurrente”, agregó el analista.