Como contribuyente, una de tus principales responsabilidades es presentar tu declaración ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT); al momento de hacer esta declaración al menos en alguna ocasión te has preguntado: qué pasa si no pagas impuestos o si decides reportarlos incompletos.
¿Qué pasa si no pagas impuestos al SAT?
Si no te pones al corriente ni buscas un acuerdo, el SAT puede imponer multas, cobrar recargos e incluso proceder a embargar bienes. Esto ya ocurre con personas morales que no liquidan sus créditos fiscales a tiempo.
El SAT se encarga de recaudar impuestos, fiscalizar a los contribuyentes y verificar que lo declarado coincida con los ingresos reales obtenidos cada año, ya sea por salario, comisiones o incluso premios.
Cuando no cumples, el SAT puede iniciar un proceso que va desde la auditoría hasta la imposición de multas. Estas sanciones están establecidas en el Código Fiscal de la Federación (CFF), principalmente en los artículos 81 y 82, donde se detallan las infracciones y sus montos.
Siendo estas las multas más frecuentes:
- No presentar declaraciones, avisos o constancias: de $1,810 a $22,400 pesos.
- No pagar contribuciones en tiempo y forma: de $1,810 a $44,790 pesos.
- No cumplir con pagos provisionales: de $4,480 a $13,430 pesos.
Aun así, el SAT puede flexibilizar algunas sanciones si el contribuyente coopera; en muchos casos se permite pagar en parcialidades y cubrir únicamente los recargos acumulados.
¿Cuál es el delito que puede llevarte a la cárcel?
El CFF establece que todas las personas físicas y morales deben contribuir a los gastos públicos. Cuando alguien decide ocultar ingresos o aprovecharse de errores para pagar menos impuestos, cae en el delito de defraudación fiscal.
Citando el artículo 108 del CCF esto es lo que implica: Comete defraudación fiscal quien, mediante engaños o aprovechando errores, deje de pagar total o parcialmente un impuesto o consiga un beneficio indebido que afecte al fisco federal. Esta conducta incluye tanto los pagos provisionales como los definitivos, y puede perseguirse junto con otros delitos financieros, como los previstos en el artículo 400 Bis del Código Penal Federal.
Además, la ley presume defraudación fiscal cuando los ingresos del contribuyente provienen de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Las penas por defraudación fiscal son las siguientes:
- De 3 meses a 2 años de prisión cuando lo defraudado no supere los $2,236,480 pesos.
- De 2 a 5 años de prisión si excede esa cantidad pero no rebasa los $3,354,710 pesos.
- De 3 a 9 años de prisión cuando el monto es mayor a $3,354,710 pesos.
