Cargar el tanque del carro con gasolina regular resulta hasta un 14 por ciento más caro que a principios del 2021, ya que el precio de la magna pasó de 19.43 a 22.33 pesos por litro; sin embargo, al hablar de la premium, se observa un encarecimiento por encima del 23 por ciento, mientras que el diésel sale un 19 por ciento más costoso que hace más de dos años, así lo muestra un estudio de SigloDATA.
Desde 2021, el petróleo ha experimentado diversos eventos que han influido en el comportamiento de sus precios, los cuales van desde un aumento en la demanda global, la inflación, especulación en los mercados, decisiones de los principales productores y avances tecnológicos; de igual manera, la escasez de oferta derivada de los conflictos geopolíticos como el de Rusia y Ucrania, han impactado en un alza de los combustibles y que ahora la guerra entre Israel y Gaza se ha sumado a las variables que aumentan los precios de las gasolinas. La guerra entre Rusia y Ucrania tuvo un impacto considerable en los mercados internacionales, y el petróleo no fue la excepción, ya que la mezcla mexicana llegó a cotizar por encima de los 119 dólares por barril, llegando a tocar un nivel que no se veía desde 2008, cuando el barril llegó a costar 132 dólares. Ante esta situación, fue que el Gobierno de México optó por introducir subsidios a las gasolinas vía descuentos al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) con el objetivo de evitar que la inflación se disparara y comenzara a afectar a los consumidores y productores.
GOBIERNO RETROCEDE CON SUBSIDIOS
Gracias a los subsidios implementados, el precio de las gasolinas logró mantenerse estable, pero conforme la presión sobre los precios del petróleo disminuyó, el gobierno ha ido reduciendo los niveles de respaldo fiscal, ya que tan solo en 2022, el gobierno llegó a proporcionar el 100 por ciento del estímulo fiscal al IEPS de las gasolinas, lo que resultó en una pérdida de ingresos de hasta 373 mil millones de pesos. Esta medida evitó que el precio de la gasolina alcanzara los 40 pesos por litro, como señaló Alejandro Montufar, director general de PetroIntelligence.
El barril de la mezcla mexicana llegó a venderse por encima de los 80 dólares, mientras que el precio de la gasolina magna ha alcanzado niveles máximos no observados desde 2017. Además, el gobierno federal ha vuelto a aplicar impuestos elevados para recuperar los ingresos que se sacrificaron el año pasado al ofrecer estímulos fiscales en este sector, debido a que el pasado 3 de noviembre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer los porcentajes de estímulos fiscales, asimismo las cuotas del IEPS aplicables para las gasolinas para la próxima semana, donde el estímulo de la gasolina magna se redujo en tres puntos porcentuales y se ubicó en 10.83 por ciento, mientras que la premium ligó cuatro semanas sin subsidio y el «apoyo» al diésel cayó en nueve puntos, quedando en 41.32 por ciento.
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, mencionó en una entrevista que los subsidios se mantendrían este año siempre y cuando el precio de la gasolina permaneciera por encima del valor de referencia, aunque anticipaba que los apoyos no serían tan significativos como los del año 2022.
¿SUPERPESO AL RESCATE?
Una de las consecuencias beneficiosas de la fortaleza del peso mexicano en la economía es la reducción de los costos de las adquisiciones en el extranjero, y dado que México importa una gran cantidad de gasolinas, esto podría resultar en un beneficio. Sin embargo, esta ventaja no ha tenido un impacto directo en los presupuestos de los ciudadanos mexicanos, y la razón detrás de esto plantea interrogantes.
Como se mencionó anteriormente, el precio al público de la gasolina no se basa únicamente en el costo de importación, ya que hay varios elementos que influyen en su determinación. Estos factores incluyen aspectos como la calidad del producto, los gastos de transporte, almacenamiento y comercialización, así como las ganancias de las estaciones de servicio. Además, los impuestos, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el IEPS, también contribuyen a la fijación del precio final de la gasolina.
Con la extensión de los recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el inicio de la guerra entre Israel y Gaza, el mercado del crudo nuevamente se ha visto bajo la incertidumbre, ya que en caso de que el conflicto se extienda en Medio Oriente y se involucren países como Irán o Irak, la oferta del petróleo se verá afectada, debido a que estas naciones son de los principales productores de crudo a nivel mundial y con ello se eleva el riesgo de presenciar un repunte en los precios de las gasolinas, con lo que el gobierno tendría que analizar el regreso de los subsidios al 100 %.
