La economía mexicana, medida con el Producto Interno Bruto (PIB), registró un retroceso de 0.3% entre julio y septiembre en comparación con el trimestre anterior. La segunda economía más grande de América Latina puso fin a dos trimestres al alza, informó el Inegi.
Los resultados confirman una desaceleración en el PIB, luego de un modesto crecimiento en el primer semestre, explicó Janneth Quiroz, directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Monex.
Destacó un deterioro de las actividades secundarias, que engloba la fragilidad de la construcción y bajo dinamismo de las manufactureras.
La industria, que representa un tercio del PIB, sufrió una caída trimestral de 1.5% y la construcción fue el principal lastre, con contracción de 3.3%. Las manufacturas se redujeron 1.3%, mientras que la minería se expandió 2.4% al ser impulsada por el rubro petrolero.
Los servicios, que aportan dos terceras partes del PIB, registraron un crecimiento de 0.2%.
En este contexto, ocho de las 15 categorías relacionadas con los servicios tuvieron resultados negativos, entre los que destacan: dirección y administración de grupos empresariales o corporativos, cuya baja fue de 1.2%; servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, -0.6%, y transportes, correos y almacenamiento, -0.3%.
Por el contrario, entre las actividades con mayor avance destacan los servicios de esparcimiento culturales y deportivos, al crecer 9.4%; servicios de salud y de asistencia social, 1.9%, y servicios profesionales, científicos y técnicos, 1.5%.
Las actividades agropecuarias, que significan menos de 5% del PIB, lograron marchar 3.5% y analistas de Banorte explicaron que se debe a una base de comparación favorable y la mejora relevante en las condiciones climáticas.
Para Janneth Quiroz, el entorno del PIB seguirá estando expuesto a la incertidumbre del comercio externo y a los factores políticos-económicos internos.
La presidenta Claudia Sheinbaum, reconoció este viernes que el país no registró el crecimiento económico esperado en 2025, pero defendió que la economía "está sólida" y que el modelo impulsado por su Gobierno continúa funcionando pese al contexto internacional adverso.
Durante su conferencia de prensa matutina, la mandataria explicó que el menor dinamismo económico no está relacionado con factores internos o con reformas impulsadas por su administración, como acusan sus opositores, sino con "múltiples variables externas", entre ellas la desaceleración económica en Estados Unidos, principal socio comercial de México.
