Bien, antes de que empieces a hacer suposiciones extrañas: no, los niños mexicanos no le escriben cartas navideñas a Quetzalcóatl. Los niños nunca lo han hecho y probablemente nunca lo harán. Aunque las antiguas familias mexicas practicaban una veneración religiosa al Señor del Cosmos, la Navidad ni siquiera existía en América. No antes de la Conquista, claro está.
¡Sin embargo! Hubo un tiempo en que, en un esfuerzo por purgar a México de las “tradiciones capitalistas de Estados Unidos”, el gobierno mexicano intentó reemplazar a Papá Noel –el terrible símbolo del capitalismo sin restricciones– por nuestra querida serpiente emplumada. ¿Cómo diablos sucedió eso?, te preguntarás. Aquí hay un villancico bastante poco ortodoxo. Estilo mexicano, para tu deleite.
¿Quetzalcóatl alguna vez celebró la Navidad?

La respuesta fácil es no, no exactamente. Sin embargo, el solsticio de invierno ha sido considerado un momento sagrado durante milenios en varias civilizaciones antiguas. Los romanos, por ejemplo, celebraban las Saturnalia, la fiesta anual para celebrar “el renacimiento” del año, durante el solsticio de invierno del calendario juliano. Los romanos celebraban fiestas furiosas con bacanalesen honor a Saturno, el dios del tiempo y la cosecha. Curiosamente se celebró el 25 de diciembre.
Lo creas o no, esta celebración romana (y pagana) tiene más que ver con la Navidad cristiana que con el propio Jesús. «La elección del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús no tiene nada que ver con la Biblia», afirma el investigador Diarmaid MacCulloch, profesor de Historia de la Iglesia en la Universidad de Oxford. explicado hacia bbc«pero fue una elección bastante consciente y explícita utilizar el solsticio de invierno para simbolizar el papel de Cristo como luz del mundo».
En esta parte del mundo, el Imperio Mexica también celebraba el solsticio de invierno. Sin embargo, honraban el nacimiento de Huitzilopochtli, el dios de la guerra, quien también era la deidad solar del panteón mexica. Entonces sí, efectivamente, una “nueva llegada de la luz” se celebró en la época precolombina, según lo documentan investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Culturalmente conocido como Panquetzaliztlieste festival conmemorado el nacimiento del dios y el triunfo de la luz sobre las tinieblas.
Sacerdotes, artesanos y civiles participaron en batallas rituales, procesiones y la distribución de un ídolo elaborado con masa de maíz (tzoalli). Entonces sí, el Imperio Mexica organizó una celebración anual por el nacimiento de su deidad solar. No fue Jesús, por supuesto, ni tampoco Quetzalcóatl, por muy entusiastas que estuvieran los políticos del PRI al respecto.
Quetzalcóatl, el gran Señor de… ¿la Navidad?
Entonces no. Quetzalcóatl no tiene nada que ver con la Navidad. En absoluto. Durante siglos, fue venerado en el Imperio Mexica como “el gran soplador que energiza el cosmos”, como documentado por investigadores de la UNAM. También fue considerado el creador y destructor de “las grandes eras cósmicas”, lo que lo posicionó en “un papel fundamental en los mitos fundacionales de esta cultura prehispánica”. La sagrada serpiente emplumada a menudo era representada como el Señor de los Vientos en forma de Ehécatl también.
Dada la importancia que tuvo Quetzalcóatl en la cosmovisión precolombina En el México actual, algunos políticos del PRI en el siglo XX decidieron que era una gran idea consolidar la identidad nacional a través de estas antiguas deidades. En sus mentes, nada grita a México como Quetzalcóatl en Nochebuena (¿qué?).

Corría el año 1930. El Ministro de Educación Pública, Carlos Trejo y Lerdo de Tejada, coincidía con el expresidente Pascual Ortiz Rubio en que sería conveniente sustituir a Papá Noel por Quetzalcóatl. “La idea era que una figura mexicana inculcara en niños y niñas el amor por su raza y cultura”, según Gaceta UNAM revista. ¿En Nochebuena, te preguntarás? Sí. Precisamente en Nochebuena, día en que todos los cristianos del mundo celebran el nacimiento del Niño Jesús, las autoridades instaron a los niños mexicanos a escribir cartas a la sagrada serpiente emplumada.
Regalando juguetes en nombre de nuestro Gran Señor Quetzalcóatl
El 23 de diciembre de 1930, el Ministerio de Cultura organizó un evento histórico de entrega de obsequios en el Estadio Nacional, ubicado en la Colonia Roma. Para la ocasión se construyó una réplica del templo dedicado a Quetzalcóatl. Esa noche, la ex Primera Dama Josefina Ortiz regaló juguetes, ropa y dulces a niños necesitados, todo en nombre de Nuestro Gran Señor Quetzalcóatl. ¿Quién necesita a Papá Noel? Al finalizar la ceremonia se cantó el himno a Quetzalcóatl.
A nadie le gustó la celebración navideña con temática de Quetzalcóatl. En un país donde el 97,7% de la población se identifica como católica (En el momento), el evento fue visto como un sacrilegio: “la intervención de una deidad pagana en una celebración católica”, según Gaceta UNAM. Muy pocos admitieron que les gustó la idea.
Al final, la idea simplemente no funcionó, y el pobre Señor Quetzalcóatl regresó silenciosamente al santo panteón mexicano.
Andrea Fischer contribuye al escritorio de artículos de Mexico News Daily. Ha editado y escrito para National Geographic en Español y Muy Interesante Mexicoy sigue siendo un defensor de todo lo que grita ciencia. O yoga. O ambos.
