Washington. Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron menos de lo esperado en el año hasta noviembre, en una moderación probablemente técnica, ya que los estadunidenses siguieron enfrentándose a problemas de asequibilidad en parte debido a los aranceles sobre las importaciones.
El índice de precios al consumidor subió 2.7 por ciento interanual en noviembre, informó el jueves la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo. Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el IPC avanzaría 3.1 por ciento.
El aumento del IPC, menor de lo previsto, se debió probablemente a que la recogida de datos se retrasó a finales de mes, cuando los minoristas ofrecieron descuentos por la temporada navideña. Los economistas esperan una aceleración en diciembre.
El IPC subyacente aumentó 2.6 por ciento interanual en noviembre. En septiembre subió 3 por ciento.
El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, acogió con satisfacción el informe, afirmando que la economía estadunidense está mostrando un crecimiento sólido y una menor inflación.
“No estoy diciendo que vayamos a declarar la victoria todavía sobre el problema de los precios, pero éste es un informe del IPC asombrosamente bueno”, sostuvo el funcionario en entrevista con Fox Business Network.
Las solicitudes iniciales de subsidios estatales de desempleo cayeron en 13 mil a 224 mil, ajustadas estacionalmente, en la semana finalizada el 13 de diciembre.
Las solicitudes han oscilado en las últimas semanas, reflejando las dificultades para ajustar los datos durante las vacaciones de Acción de Gracias.
El tono del mercado laboral no ha cambiado mucho, con los empresarios reacios a contratar más trabajadores, pero sin embarcarse tampoco en despidos masivos.
Los economistas dicen que los aranceles han provocado un choque inesperado para las empresas, que han respondido frenando la contratación.
