Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de los Estados Unidos Anunciado El martes se impusieron nuevas sanciones contra nueve afiliados del Cartel de Sinaloa, acusándolos de participar en el tráfico a gran escala de fentanilo hacia Estados Unidos.
Los nueve hombres son todos parte de la facción “Los Chapitos” del Cartel de Sinaloa, operada por los hijos del infame jefe del cartel encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán. Siete fueron acusados formalmente por un tribunal de distrito de Nueva York en abril por delitos como tráfico de fentanilo, tráfico de armas y lavado de dinero.
Los acusados incluyen:
- Jorge Humberto Figueroa Benítez, líder del aparato de seguridad de los Chapitos que comanda un violento grupo de asesinos.
- Los hermanos Leobardo García Corrales y Martín García Corrales, quienes operan laboratorios de fentanilo en el estado de Oaxaca, utilizando las ganancias para comprar armas.
- Liborio Nuñez Aguirre, Samuel León Alvarado y Carlos Mario Limón Vázquez, quienes operan una red de laboratorios de fentanilo en todo México, traficando la droga hacia los EE. UU.
- Mario Alberto Jiménez Castro, quien opera una red de lavado de dinero que transfiere ganancias de las ventas de fentanilo en Estados Unidos a los líderes del Cartel de Sinaloa en México.
Los otros dos individuos designados por la OFAC son Julio César Domínguez Hernández y Jesús Miguel Vibanco García, descritos como asociados de Jiménez Castro. Las sanciones permiten al Tesoro congelar los activos estadounidenses de los objetivos y prohíben a cualquier ciudadano estadounidense hacer negocios con ellos.
«Las acciones de hoy muestran que el Tesoro y la Administración seguirán atacando implacablemente a las empresas criminales que amenazan la seguridad internacional e inundan nuestras comunidades con fentanilo y otras drogas mortales», dijo Brian E. Nelson, Subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.
Destacó que las sanciones eran parte de un “esfuerzo de todo el gobierno para abordar la crisis de salud pública de opioides que azota a Estados Unidos”.
México está sufriendo una presión cada vez mayor de Estados Unidos para combatir el fentanilo, que los cárteles mexicanos fabrican utilizando precursores químicos chinos y luego lo contrabandean a través de la frontera.
El presidente López Obrador ha tratado de restar importancia a la participación mexicana en la fabricación de fentanilo, pero también ha enfatizado los esfuerzos de su administración para interceptar la droga. Canciller Alicia Bárcena dijo la semana pasada que México representó una cuarta parte de las incautaciones mundiales de fentanilo desde 2020.
con informes de el Universal
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