Josef Fritzl fue capturado en Austria en 2009, tras conocerse la traumática historia de su hija, a quien encerró en su sótano durante 24 años, además de convertirla en su esclava sexual. La joven sufrió constantes vejaciones de parte de su padre, por las cuales tuvo siete hijos de su propio padre.
Tras ello, este hombre fue condenado a cadena perpetua durante ese mismo año, luego de que admitiera ante el juez que había mantenido a su descendiente aislada del mundo exterior en uno de los lugares de su hogar que estaba ubicado en Amsteten.
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El ‘Monstruo del incesto austríaco’, como se le conoció después, engañó a Elisabeth Fritzl, quien en ese entonces tenía 18 años, para que le ayudara a instalar una puerta en el sótano, para posteriormente dejarla inconsciente usando una toalla empapada de éter, según recoge el Daily Mail.
El hombre engañó a la madre de la chica y a la Policía, declarando que ella había huido de su casa para unirse a una secta.
La esposa de Josef Fritzl se encargó de criar a tres de los hijos que Elisabeth Fritzl tuvo como resultado de los abusos sexuales. Ella no sospechó porque este le dijo que su hija había dejado abandonados a sus descendientes en la puerta donde ellos vivían debido a que no podía cuidar de los pequeños.
Sin embargo, 24 años después, Elisabeth, ya de 42 años, logró escapar del sótano de su casa, luego de que uno de sus hijos cayera inconsciente y su secuestrador accediera a buscar asistencia médica para el pequeño. Ella le contó todo al personal médico para que la policía pudiera ayudarla.
Apoyándose de un informe psiquiátrico que defiende que su estado mental ya no presenta un peligro para sus antiguas víctimas ni para la sociedad, el ‘Monstruo del incesto austríaco’, quien actualmente tiene 88 años, podría optar por la libertad condicional este 2024, según Mirror.
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En junio de 2022, Josef Fritzl intentó conseguir su libertad, pero no la pudo obtener porque los jueces le habían cancelado el traslado a una cárcel normal, por lo que el Tribunal Superior de Austria bloqueó su apelación y se le dictaminó que debía permanecer en la prisión de alta seguridad.
Fritzl actualmente sufre de demencia, por lo que está en una prisión de alta seguridad para delincuentes con enfermedades mentales.
El sujeto ya no era peligroso para el país y podría ser transferido por el sistema penitenciario normal como un primer paso para su liberación, señaló Heidi Kanster, una experta en psiquiatría que lleva analizando el caso del secuestrador desde hace un año.
Por su parte, la abogada de Fritzl le expresó al periódico Kronen Zeitung lo siguiente: “Ya estoy en el proceso de obtener la libertad condicional para él. Si se aprueba la solicitud, me gustaría asegurarme de conseguirle un lugar en un hogar para personas frágiles”.
Con información de medios
