El estudio del idioma español motiva a la lingüista Concepción Company Company. La académica tiene en claro que una lengua se nutre de muchas otras y que cada una de ellas es causante de una huella profunda. Por eso ha titulado a su más reciente libro ‘El español. Un ADN cultural de muchas lenguas’, el cual ha editado El Colegio Nacional y fue presentado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara).
Concepción Company Company atiende la entrevista en el estand de El Colegio Nacional. Toma un ejemplar de su libro y explica los puntos fundamentales de su ensayo. Indica que lo escribió con la idea fundamental de “quitarse la maraña que todos los hablantes tenemos, sobre que las lenguas que hablamos son puras”.
A través de nueve capítulos y 126 páginas, la académica realiza un recorrido por una decena de lenguas que han dejado una profunda huella léxica y gramatical en el español. Habla del contacto, de los préstamos lingüísticos y sus aplicaciones.
“Le puse ‘Un ADN cultural…’ porque todas las lenguas tienen un poderosísimo identificador cultural de quiénes somos. Si usted abre la boca, automáticamente le voy a decir dónde nació, con quién se junta, a qué se dedica, qué escolaridad tuvo o le falta; si migró a alguna parte, voy a anotar enseguida lo que tomó de allá. Es decir, es tanto un identificador único, como un ADN biológico”.
Señala que todas las lenguas tienen un conjunto de tres niveles, los cuales hacen que el identificador del ADN se ponga en funcionamiento. Es un proceso que sucede en cada uno de los más de ocho mil 400 millones de habitantes de la Tierra, pues todos poseen la misma capacidad genética para hablar, siempre y cuando no se nazca con alguna patología del lenguaje. Asimismo, subrayó la importancia del entorno, pues este también influye en la práctica del lenguaje que tendrá el individuo.
“Somos capaces de comunicarnos, de funcionar en nuestro día a día. La lengua es nuestro soporte de vida cotidiana, pero el hecho de nacer en unas coordenadas espaciales y temporales específicas —y experienciales, según con quién, en qué ámbito hayas nacido— nos hace seres históricos; somos seres genéticos con un poderoso cerebro que nos permite comunicarnos, pero haber nacido en coordenadas históricas, espaciales, experienciales determinadas, nos hace seres históricos. Somos seres históricos que heredamos de otros, que contagiamos a otros nuestros modos, nuestros rituales, nuestro modo de percibir el mundo.
Concepción Company Company afirma que todas las lenguas del mundo poseen la capacidad de codificar, cognitivamente, que algo se transfiere a alguien. Para este caso, el idioma español es portador de palabras como ‘dar’, ‘regalar’, ‘entregar, ‘conceder’, ofrecer’, entre otras. Codificar con esos verbos convierte al hispanohablante en un ser histórico. También explica el uso de las metáforas de los mexicanos en frases como ‘dar atole con el dedo’ y otros mexicanismos como ‘me doy’.
Tener una lengua y hablarla supone una actividad genéticamente sustentada y, a la vez, está social y culturalmente sustentada por herencias seculares e incluso milenarias. El ADN cultural es también un aportador de identidad.
“Eso nos hace seres históricos mexicanos. Y esa historicidad, por un lado hispanohablante, y hacernos seres históricos mexicanos, nos hace un ADN poderoso que nos da entidad e identidad, en este caso, como mexicanos”.
Asimismo, explicó que otra similitud entre las lenguas del mundo es que todas poseen palabras para saludar. Agregó que la solidaridad y ser complementario del otro es parte de la cognición humana.
“La capacidad de saludarnos nos hace seres universales, genéticamente iguales a los ocho mil 400 millones de hablantes en el planeta. El hecho de decir ‘Hola, ¿cómo estás? Encantada’, nos hace seres universales. Pero el hecho de decir ‘¡Quihúbule!’, nos hace seres históricos mexicanos. Ese triple nivel está constante en cualquier hablante, y eso hace que nuestras lenguas no sea solamente nuestro soporte de vida, sino que sean el gran identificador cultural para cualquier ser humano”.
Finalmente, Concepción Company Company habla de la influencia que el idioma inglés tiene actualmente sobre el español. Atribuye el caso a factores económicos y explica que el empleo de anglicismos por parte de los hispanohablantes es debido a que estos representan una economía del lenguaje.
“En vez de preguntarnos por la pureza de la lengua, tenemos que preguntar cómo se ha enriquecido”.
