Eran las seis de la mañana cuando, en el último suspiro de la oscuridad, partieron del Archivo Municipal de Torreón y tomaron carretera rumbo a Saltillo. Cruzaron el desierto como los nómadas de antaño, mientras el sol poco a poco iluminaba la arena sobre la extinta laguna de Mayrán.
En total, 38 alumnos del diplomado en Historia de Coahuila acudieron el pasado sábado 22 de noviembre a la capital del estado para realizar un recorrido por distintos sitios como el Museo del Desierto, el barrio Ojo de Agua, el Centro Cultural Vito Alessio Robles, la Catedral de Santiago Apóstol de Saltillo, la Casa Purcell, el Museo del Palacio, el Museo de los Presidentes Coahuilenses y el Museo de la Revolución.
Cabe recordar que el diplomado en Historia de Coahuila es un proyecto impulsado por el Municipio de Torreón a través del Archivo Municipal, la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) a través del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y la Academia Nacional de Historia y Geografía Filial Coahuila, en un esfuerzo por profesionalizar el estudio de la historia en la Comarca Lagunera.
Fue poco antes de las 10 de la mañana cuando el grupo conformado por historiadores, profesores, periodistas y creadores de contenido, arribó al Museo del Desierto. El recorrido fue encabezado por el joven guía Elías Lozano, quien abrió campo por las cuatro grandes salas del recinto saltillense: El Desierto y su Pasado, El Hombre y el Desierto, Evolución y Biodiversidad y Laboratorios de Vida. En ellas se pudo apreciar la evolución de la vida en la región Sureste de Coahuila.
Posteriormente, ahora con apoyo de Marcela Reyna (guía de la Dirección de Turismo Municipal de Saltillo), el grupo se trasladó al barrio del Ojo de Agua, donde se encuentra la parroquia del Santísimo Cristo del Ojo de Agua. Declarado barrio mágico por la Secretaría de Turismo del Gobierno de México, este sitio tiene su origen hace 448 años, cuando conquistadores españoles encontraron un salto de agua en este lugar.
Después, hubo que bajar al Centro Histórico de Saltillo, pasando por caminos estrechos y un bosque de construcciones medievales, el itinerario marcó visitar el Centro Cultural Vito Alessio Robles. En este inmueble del siglo VI, se alberga el mural más grande pintado por una mujer en el norte de México. Se trata de la obra monumental pintada en 1970 por la artista coahuilense Elena Huerta, misma que se divide en distintas escenas como el descubrimiento del Ojo de Agua y la fundación de Saltillo, los tlaxcaltecas que llegaron a la región, la feria de Saltillo, la figura de Miguel Ramos Arizpe (padre del Federalismo), la Independencia de México, el estado de Coahuila y Texas, la visita de Benito Juárez a Saltillo en 1864, los militares coahuilenses que lucharon en la segunda Intervención Francesa, el Ateneo Fuente fundado en 1864, la Escuela Normal fundada en 1894, la formación del Club Antirreeleccionista de Saltillo y la Revolución Mexicana con Venustiano Carranza como figura central.
Tras comer, la siguiente estación apuntó a la Catedral de Santiago Apóstol, edificio sacro de arquitectura barroca y estilo churrigueresco, que tuvo distintas etapas en su construcción. La catedral actual fue levantada hacia 1745 junto a la parroquia original. No obstante, el nuevo templo estuvo listo hasta 1800, mientras que la torre terminó de levantarse entre 1893 y 1897.
La indicación fue subir la calle Hidalgo hasta el Museo de los Presidentes Coahuilenses, cuya museografía está dedicada a Melchor Múzquiz, Francisco I. Madero, Eulalio Gutiérrez Ortiz, Roque González Garza y Venustiano Carranza. Para finalmente, con la tarde ya consumida, concluir el recorrido en el Mueso de la Revolución, ubicado a escasos metros.
PRÁCTICA DE CAMPO
Cinthia Gaspar Montero, directora del Archivo Municipal de Torreón, dijo en entrevista que este recorrido fue una práctica de campo dentro del mismo diplomado en Historia de Coahuila. El objetivo es que los alumnos tengan un mayor acercamiento con la historia viva.
“Saltillo es como el epicentro de todo nuestro estado y, gracias a la Asociación de Cronistas de Coahuila y a los maestros que han intervenido en el diplomado, se hizo este recorrido. Es un trabajo importante, de campo, de reconocer y hacer más viva la historia que, en algún momento, ya nos relataron nuestros maestros en las sesiones del diplomado”.
