Roma- “Los suministros de alimentos y agua son prácticamente inexistentes y solo una fracción de lo que se necesita está llegando a través de las fronteras. Con el invierno acercándose rápidamente, los refugios inseguros y hacinados, y la falta de agua potable, los civiles se enfrentan a la posibilidad inmediata de morir de hambre”, explicó la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain.
Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás, los bombardeos israelíes han dejado más de 11,500 personas fallecidas en Gaza, así como la destrucción de gran parte de infraestructura, viviendas o edificios residenciales.
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Además, alrededor de 1.5 millones de personas están desplazadas, una gran parte de ellas huyó al sur de la Franja.
Israel, por su parte, impuso un bloqueo casi total al acceso de comida, agua, gasolina o suministros como medicinas, lo que está provocando una crisis humanitaria en Gaza, sobre todo en sus hospitales, en donde gran parte de ellos dejaron de funcionar.
“No hay manera de satisfacer las necesidades actuales del hambre con un solo cruce fronterizo operativo. La única esperanza es abrir otro paso seguro para el acceso humanitario para llevar alimentos que salvan vidas a Gaza”, precisó McCain en un comunicado.
A inicios de esta semana, el PMA confirmó el cierre de la última panadería que estaba operando en asociación con el organismo de la ONU por la falta de combustible, cuya escasez originó “una paralización devastadora de la producción de pan en las 130 panaderías de Gaza” y “el pan, un alimento básico para la población de Gaza, es escaso o inexistente”.
“Sin acceso a combustible, nuestra capacidad de proporcionar pan o transportar alimentos a los necesitados se ha visto gravemente comprometida, lo que básicamente ha paralizado la vida en Gaza. La gente está pasando hambre”, aseguró Samer Abdeljaber, representante del PMA para Palestina.
De los 1, 129 camiones que han logrado entrar en Gaza desde que se abriera del cruce fronterizo de Rafah el 21 de octubre, apenas 447 transportaban alimentos, de acuerdo el organismo de la ONU, por lo que alertó que “el volumen sigue siendo lamentablemente insuficiente: los alimentos que han entrado en Gaza solo alcanzan el 7% de las necesidades calóricas mínimas diarias de la población”.
“La infraestructura alimentaria de Gaza ya no funciona; solo el 25% de las tiendas contratadas por el PMA permanecen abiertas y otras se han quedado sin alimentos esenciales. Los mercados locales se han cerrado por completo”, detalla el comunicado.
Debido a esta situación y con pequeñas cantidades de alimentos “a precios alarmantemente inflados” de poca utilidad sin la capacidad de cocinar, los habitantes de Gaza se ven obligados a sobrevivir con una comida al día: “para los afortunados, eso incluye alimentos enlatados, aunque algunas personas han recurrido al consumo de cebollas y berenjenas crudas”.
“El colapso de las cadenas de suministro de alimentos es un punto de inflexión catastrófico en una situación ya desesperada, en la que se ha despojado a la población de sus necesidades básicas”, concluyó Abdeljaber.
Con información de la Agencia EFE.
