Coahuila ha registrado alrededor de 2,450 personas desaparecidas desde 2005 hasta la fecha. Según informó Yezca Garza, coordinadora general del Centro Regional de Identificación Humana, han logrado identificar a 102 personas mediante análisis post-mortem.
Garza destacó la labor esencial de los colectivos de madres buscadoras en la recuperación de cuerpos, señalando que su actividad no contamina los hallazgos.
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“En el caso de las fosas de inhumación clandestina, sabemos que están expuestas a condiciones adversas, como la exposición al sol y la presencia de elementos biológicos y no biológicos durante años, lo que puede afectar su preservación”, comentó.
“Es crucial determinar el lugar exacto del hallazgo para evitar la contaminación del indicio. Al tratarse de pruebas genéticas, al recibir las muestras, las lavamos y realizamos un raspado de hueso, ya que el ADN se encuentra en el interior del hueso”, destacó.
“De esta manera, los especialistas pueden extraer un perfil sin riesgo de contaminación. Las contaminaciones suelen ocurrir en los laboratorios si hay circulación de personas o si no se siguen los procesos adecuados”, añadió.
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“Contamos con muestras de ADN de todo el personal para poder identificar cualquier posible contaminación. El notable trabajo realizado por las madres buscadoras, especialmente en la Región Laguna, merece reconocimiento”, señalo.
“Han descubierto puntos cruciales y han facilitado el proceso de identificación, no solo de elementos biológicos o restos humanos, sino también han ayudado a las familias a acercarse a nosotros para realizar confrontaciones de información genética”, concluyó.
Garza Ramírez también mencionó que desde 2005, Coahuila ha registrado cerca de 2,450 personas desaparecidas y que han logrado identificar a 102 personas mediante análisis post-mortem.
