El gobierno mexicano impugnará las nuevas regulaciones promovidas por Texas, conocidas como SB4, y que permitirán detener a migrantes que cruzan sus territorios porque es una usurpación de funciones del gobierno federal y el Congreso de Estados Unidos, toda vez que forma parte de la política exterior, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó al gobernador Greg Abbott como una persona de malas entrañas, malo de malolandia
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El mandatario aseguró que a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores se están revisando las vías para promover el recurso legal contra estas reglas que pretenden regir en Texas, las cuales en el fondo tienen un origen politiquero
con fines electorales.
Acusó a Abbott de buscar subir su popularidad para lograr la candidatura a vicepresidente de Estados Unidos por el Partido Republicano con estas acciones en contra de los migrantes.
Durante su conferencia, López Obrador sostuvo que Abbott pretende repetir la estrategia que en su momento intentó el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien buscaba la postulación para la candidatura presidencial del Partido Republicano endureciendo las leyes contra los indocumentados.
Sin embargo, no funcionó, porque pasó de estar colocado en el segundo lugar, detrás del ex presidente Donald Trump, a contar ahora con respaldo de uno por ciento.
Por eso, dijo, Abbott no va a ganar nada, al contrario, va a perder simpatías, porque en Texas hay muchos mexicanos, muchos migrantes. A él se le olvida que Texas era de México, como 10 estados de la Unión Americana, y se le olvida que hay 40 millones de mexicanos en Estados Unidos, y se le olvida que esa gran nación se consolidó, se fortaleció gracias a los migrantes del mundo
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El mandatario indicó que en su pretensión de subir en las preferencias del electorado estadunidense olvidan la Biblia, donde se dice que no hay que maltratar a los forasteros, está en el Antiguo Testamento y muchos son religiosos, de estos gobernantes, y seguramente van a los templos. Y es algo inhumano, politiquero
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