Luego de cinco meses de trabajos, quedó lista la obra civil del puente que se construyó sobre La Hondonada, en Santa Fe.
Se trata sólo de un tramo de 220 metros lineales del viaducto elevado del Tren Interurbano México-Toluca, pero que, por la irregularidad del terreno, requirió un procedimiento constructivo conocido como doble voladizo, el cual es poco común que se utilice en la infraestructura de la Ciudad de México.
El doble voladizo implica ir armando el puente desde arriba, a más de 60 metros de altura, sin utilizar grúas convencionales, porque la irregularidad del terreno no permite que se apoyen correctamente.
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Para este método constructivo se utilizaron dos carros montados en lo más alto del viaducto, los cuales sostienen y acomodan las dovelas de concreto que llegan a pesar hasta 200 toneladas.
Las primeras dovelas que se colocaron fueron las más cercanas a las tres columnas de apoyo conocidas como “dovelas de arranque”, son las más grandes y pesadas puesto que alcanzan las 200 toneladas.
Luego, se van situando más dovelas, las cuales se van alejando de las columnas de apoyo por lo que van quedando “voladas”.
Entre más alejadas estén las dovelas de las columnas de apoyo, su tamaño y peso se reduce, las últimas en instalarse son de unas 60 toneladas.
Las dovelas se van colocando simultáneamente en ambos lados de las columnas de apoyo, de ahí toma el nombre de “doble voladizo”.
Actualmente, se realiza el procedimiento para colocar las dos últimas dovelas conocidas como “de cierre”.
En total, se colocaron 43 dovelas para conformar el puente que atravesó la barranca La Hondonada que se ubica a un costado de Prolongación Reforma y la autopista México-Toluca.
Esta parte del viaducto elevado del tren se ubica entre las estaciones Santa Fe y Vasco de Quiroga.
CONSTRUCCIÓN POCO COMÚN
Israel Domínguez, vocero de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), indicó que se trata de una obra especial digna de apreciarse por los capitalinos, porque no es común en la Ciudad de México construir en barrancas o cañadas.
La complejidad de las maniobras para colocar las piezas monumentales de concreto es alta, ya que deben ser exactas, lo que es un reto de ingeniería.
Es un reto, es una técnica o un procedimiento que muy rara vez lo vamos a ver en la Ciudad de México, si pasan por la zona es una obra digna de apreciarse”, consideró.
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*mcam