Es cierto que el Huapango de Moncayo es una de las obras clásicas y representativas de la música de concierto mexicana, una pieza que resuena dentro y fuera del país y que es fácilmente reconocible, pero el legado de este compositor va más allá de esto.
Este jueves el Museo de las Aves de México fue el lugar en el que la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila (OFDC) rindió un homenaje a José Pablo Moncayo a través de dos obras que muestran otra parte de su faceta creativa, bajo la batuta de su nieto, el maestro Rodrigo Sierra Moncayo.
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La velada se destacó por su esencia tricolor, sobre todo con la primera parte, que inició con la obra “Ocho por radio” de Silvestre Revueltas, otro autor que puede llegar a ser encasillado en uno solo de sus trabajos —su “Vals sobre las olas”—, antes de presentar con el rotundo sonido del ensamble de la OFDC “Homenaje a Cervantes” y “Amatzinac” del compositor a quien estuvo dedicada la noche.
La segunda parte del programa cruzó el Atlántico y viajó un poco hacia el pasado, para llegar a una de las fuentes de la tradición musical de occidente: Ludwig van Beethoven, cuya Sinfonía no. 7 el conjunto interpretó con maestría.
Este evento fue el segundo una tercia de conciertos que la OFDC realizará en septiembre con motivo del mes patrio y que concluirá el próximo jueves 28 de septiembre en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, con una presentación en la que acompañarán al Mariachi Gama 1000 a darle este toque sinfónico a los clásicos de la música regional mexicana.